Con el océano Atlántico a su lado, Portugal es un país de sol y mar, cultura y naturaleza, donde cada día te espera una experiencia diferente. Descubra el romanticismo del Norte, la agitación de la capital, el Alentejo siempre tranquilo y el Verano en el Sur.
UN JARDÍN PLANTADO JUNTO AL MAR
Un país de playas de arena fina y aguas cristalinas con temperaturas suaves ideales para un largo baño de sol.
Visita el Algarve, donde encontrarás las mejores playas portuguesas, y disfruta de su maravilloso clima. Hablamos de más de 3.000 horas de sol al año que convierten al sur en la mejor opción para la práctica de deportes acuáticos, tanto en verano como en invierno.
En el sur, la comida sabe a mar. ¡Platos de pescado fresco y mariscos a la parrilla te esperan!
LOS PAISAJES DEL NORTE Y LA PAZ DE ALENTEJO
En un territorio tan pequeño, aún podrá admirar los nevados de la Serra da Estrela y el entorno mágico de Gerês, la llanura alentejana y la belleza de las islas Azores y Madeira.
Prueba los vinos portugueses y relájate a la sombra de un chaparro, un árbol típico que encontrarás en el Alentejo. O, si lo prefieres, relájate en un spa terapéutico en el norte.
Mientras estés en el norte, no puedes perder la oportunidad de probar el famoso Cozido à Portuguesa y, cuando llegues al Alentejo, pide otro delicioso plato típico: las Migas à Alentejana.
EL GLAMOUR DE LISBOA Y PORTO
No pierdas la oportunidad de visitar Oporto, una ciudad que te sorprenderá por su fantástica arquitectura. Descubre el centro histórico de la ciudad, visita la torre de los Clérigos y relájate en un crucero por el río Duero.
Lisboa, la capital de Portugal, tiene mil atracciones para ofrecer. Pasee por el centro, suba al ascensor de Santa Justa y llegue a las ruinas del Convento do Carmo, un monumento que fue destruido por el terremoto de 1755 y que ahora es el único ejemplo de arquitectura gótica en Lisboa.
No pierdas la oportunidad de experimentar la animada vida nocturna del Bairro Alto y visitar los enigmáticos jardines de Quinta da Regaleira en Sintra.
